Nuevas postales de la vieja Europa

Desde que, en 2017 y con solo 14 años, María Dueñas ganara la primera de muchas competiciones internacionales, su prestigio no ha dejado de crecer. Entre las obras que, con 18 años, le otorgaran el Concurso Yehudi Menuhin, se encontraba el primer movimiento de la Sinfonía española de Édouard Lalo, una de esas obras con las que el XIX francés imaginó una improbable España de postal: animada, colorista, bailable y con una parte solista terriblemente exigente. La violinista (y compositora) granadina volverá a demostrar sus asombrosos medios técnicos y su enorme talla artística.

A su lado, la más inquieta y versátil de las formaciones, la Chamber Orchestra of Europe, bajo la dirección de Sir Antonio Pappano, tan británico como italiano, una de las batutas del momento, igual en el foso que en el repertorio sinfónico. Un director capaz de actualizar nuestra percepción de los grandes clásicos.

En la segunda parte de su concierto en el Maestranza, otra colección de postales, la primera serie de Danzas eslavas de Dvořák. Paisajes de otro tiempo, la evocación, a base de ritmo, color y la dosis justa de suave nostalgia, de una Europa idílica a punto de despedirse. Fotos del pasado que, en las manos adecuadas, suenan a nuevo.

Programa
Édouard Lalo, Sinfonía española para violín y orquesta, op.21 en re menor
Antonín Dvořák, Danzas eslavas, op.46